El tema que presento, y que me toca de cerca, está basado en una investigación de la Universidad Complutense de Madrid que alerta de las diferencias significativas por género en la elección de extraescolares. Como claramente dice el título: Ellas a ballet y ellos a fútbol.
La noticia ha sido publicada
por diversos medios de comunicación hace tan solo
unos días. Aquí el link de uno de ellos: https://www.epe.es/es/igualdad/20220913/educacion-actividades-extraescolares-estereotipos-de-genero-desigualdad-75365929
Aquí podemos comprobar como, a pesar del trabajo
realizado, la concienciación de las familias, el camino recorrido, … sigue existiendo
una importante brecha de
género en la elección de extraescolares.
Dada la importancia
de la educación en género desde la infancia más temprana, el observar estos
datos debe ser una alerta para nuestra sociedad, hogares e instituciones, que
nos obligue a analizar y replantear por qué esto sigue sucediendo.
Es clara la propensión
de las niñas de vestirse con un tutú, y de los niños de correr detrás de una
pelota… pero desde los hogares, las instituciones escolares, los medios de comunicación,
se podría hacer más, porque tengamos claro, que como bien indica el artículo, las extraescolares tienen una función importantísima en
la mejora de las
habilidades y dimensiones del niñe, que marcarán muchos
aspectos de su futuro.
Como también
subraya el texto, hay que investigar si a nivel de sociedad
seguimos influyendo a niños y niñas para que hagan actividades distintas. Tenemos
que preocuparnos de qué está pasando, por qué existe este
sesgo y cómo podemos solventarlo.
Si bien en mi entorno puedo observar como a
las niñas sí se les anima más para hacer actividades más típicamente de “niños”:
fútbol, baloncesto, surf, skate, boxeo, … es difícil, casi anecdótico, ver a un
niño practicando ballet, gimnasia rítmica, o patinaje. Y lo mismo siento que
ocurre en la vida adulta en otros aspectos… mientras la mujer va tomando un terreno propiamente “de hombres”, mucha población masculina sigue sin querer
tomar roles propiamente atribuidos a las mujeres.
Tristemente sigo oyendo a mi alrededor a otros padres que
sin ningún signo de vergüenza dicen a sus hijos: si te portas mal te llevaré a
jugar con las niñas.
Y en esto, como siempre toda la sociedad deber mover
ficha: desde los hogares, desde los centros escolares, desde las instituciones,
los medios de comunicación,…
Es importante, que desde el principio nuestros niñes crezcan en entornos
donde no se de la desigualdad, donde todos tengan las mismas responsabilidades,
y sobre todo sientan las mismas expectativas por parte de sus progenitores. ¡Ya
basta de niños valientes y niñas buenas!
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